Tú no eres necesariamente lo que dices. Tu comportamiento es un barómetro mucho más adecuado para medir tu valor. Lo que haces en tus momentos presentes es el único indicador de lo que eres como persona, Emerson escribió una vez lo siguiente: No digas cosas. Lo que eres, relumbra sobre ti mientras lo haces, y atrona con tal fuerza que no puedo oír lo que alegas en su contra. La próxima vez que digas que harás algo, a sabiendas de que no lo harás, recuerda esas palabras. Son el antídoto de la postergación
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