domingo, 7 de febrero de 2021

 No, mi amigo (Kafka) jamás y bajo ningún concepto habría querido tocar las estrellas. El lema de su vida era el siguiente: permanecer en un segundo plano, no llamar la atención. Su comportamiento era en todo discreto. Rara vez alzaba el tono de su suave voz. Si se encontraba en medio de un grupo, la mayor parte de las veces enmudecía por completo [...]. Y este gigante paseaba entre nosotros como si fuera un enano. No se daba a conocer. “Sólo los sinvergüenzas son discretos”, dice Goethe. Pero si uno compartió parte de su vida con Kafka, se sentiría más tentado a darle la vuelta a la frase y transformarla en su contraria, ciertamente igual de injusta y extrema: “Todo indiscreto es un sinvergüenza”.


- Max Brod

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