jueves, 7 de enero de 2021

 Tomado de la red...


No hay nada que perdonar, sino comprender.

Te tengo que agradecer por representar ese papel de tirano que yo necesite para poder sanar mi pasado infantil.

Gracias a ti fui develando partes ocultas de mi, que yo desconocía.

No hay nada que perdonar porque comprendo en el lugar que estás y en el lugar que me encuentro, entendiendo que eres mi reflejo, mis zonas oscuras, mis debilidades y mis miedos.

Te agradezco por haber sido mi maestro, me llevaste a lugares de mi alma, a los que sin ti, jamás hubiera ido. 

Me ayudaste a reconocer mis diablos internos. 

No hay nada que perdonar, en realidad la que te pide perdón soy yo...por haberte usado como instrumento para que me mostraras mis partes desconocidas.

Hoy comprendo que no hay nada que perdonar, te libero de este juego de víctima y victimario que yo cree para no hacerme responsable. 

Hoy decido liberarte. 

Cortó las amarras de rencor que solo dañan el alma y no nos permiten avanzar. 

Gracias por cruzarte en mi camino, gracias a ti estoy sanando mi pasado que tan bien supiste proyectarme. 

Hoy te libero para liberarme de la soberbia de creer que debo perdonarte. 

Te libero para que podamos encontrar la paz que nos merecemos .

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