lunes, 23 de noviembre de 2020

VICENTE HUIDOBRO



Cortar el suspiro del infinito nacido en nuestro pecho

Cortar la tarde con sus grandes senos desesperados
El miedo de los labios ante el canto que brota
El miedo de la montaña ante la luna
Y del tiempo en mi cabeza ante el tiempo en su vacío

Yo ando sobre mi sangre desesperada
Buscando el rincón secreto de mí mismo
Sin miedo de caer sobre mis montañas
Sin miedo a la tempestad que se prepara en mis ojos
Andando sobre el barco de mí mismo
Sobre este esqueleto sin vuelta y sin tristeza
andando andando
Amenazado por tanta semilla propia
Por tanta obscuridad que quisiera cantar
El buque tiene sus olas contadas
Lleva un espíritu de savia en su árbol astrológico
Y no me obedece cuando mi voz llega a su destino
Cuando abro los ojos para que quepa el sol

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