miércoles, 28 de octubre de 2020

Jorge Luis Borges

 


Por lo pronto, no creo en el perdón. Si yo obro mal, y me perdonan, el perdón es ajeno y no puede mejorarme a mí. De modo que ser perdonado no tiene importancia. Ser castigado, puede sí servirme. Puede ayudarme a pensar en lo mal que he obrado. Creo que hay un solo don que se aplicaría igualmente al perdón o a la venganza y es el olvido.



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