jueves, 23 de julio de 2020

Massimo Pigliucci

Específicamente, lo que diferencia al estoicismo de otras filosofías de vida o religiones es que empieza con una premisa muy importante y que, como práctica, se enfoca de dos maneras diferentes. Brevemente, la premisa de toda filosofía estoica es que debemos vivir conforme a la naturaleza, como decían los antiguos estoicos. Al oír esa frase la gente empieza a pensar que tienen que ir desnudos por el bosque o abrazar árboles y cosas así. No es eso, no tiene nada de malo hacerlo si es lo que te gusta, pero no es eso. Vivir conforme a la naturaleza significa que los estoicos se preguntan a sí mismos qué tipo de seres son los seres humanos, qué tipo de organismos somos, qué nos diferencia de otros organismos. Todos los seres vivos intentan vivir conforme a su naturaleza: si eres una planta, intentas que te dé el sol, porque es tu naturaleza como planta. Si eres un león, te comportas de cierta manera, porque es la naturaleza de un león. De acuerdo con los estoicos, la naturaleza de los seres humanos es, fundamentalmente, que somos seres sociales y que tenemos la capacidad de razonar.
Somos sociales, es decir, podemos sobrevivir por nuestra cuenta si es necesario, pero solo prosperamos en sociedad, en contacto con otros, cuando interactuamos con los demás. Y razonamos, pero eso no significa que siempre lo hagamos bien. De hecho, se podría decir que no suele ser así. Pero somos capaces de hacerlo, somos capaces de razonar a niveles mucho más elevados que ninguna otra especie en la Tierra. Por eso, basándose en estas dos premisas, que somos sociales y capaces de razonar, los estoicos concluyeron que una buena vida humana, una vida humana que vale la pena es aquella en la que aplicamos la razón para mejorar la sociedad, para mejorar la vida en comunidad. Esa es la noción fundamental del estoicismo. Todo lo demás surge de ahí. Hay técnicas específicas que ponen en práctica los estoicos, enfoques específicos de los que podemos hablar después, pero fundamentalmente, lo que diferencia al estoicismo de otras filosofías de vida es que, para un estoico, una vida humana que vale la pena es aquella en la que usamos la razón para ayudar a los demás y a nosotros mismos. No se hace una distinción fundamental entre uno mismo y el resto de la sociedad, somos parte de esa sociedad, si mejoramos como personas estaremos mejorando, automáticamente, la sociedad y si trabajamos para mejorar la sociedad nos estaremos mejorando, automáticamente, a nosotros mismos.

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