miércoles, 1 de julio de 2020

Jane Goodall

Fotos: Jane Goodall y sus chimpancés, 'honoris causa' | Ciencia ...
He conocido muchos lugares que hemos destruido a los que, si se les da la oportunidad, la naturaleza puede recuperarse. Los animales al borde de la extinción pueden tener otra oportunidad. Y por último, el indomable espíritu humano. Por eso llevo al Señor Hache. Me regalaron al Señor Hache hace veintiocho años por mi cumpleaños. Me lo regaló un hombre que perdió la vista a los veintiún años, estando en los marines estadounidenses. Este hombre, por algún extraño motivo, decidió que quería ser mago. Le dijeron: «No puedes ser mago si no puedes ver”.
Pero si estuviera aquí, no os dariais cuenta de que es ciego. Coloca sus cosas de antemano. Trabaja con niños, y les dice: «Hay cosas que pueden salir mal en la vida, nunca se sabe. Pero si os pasa, no os rindáis, siempre hay un camino». Él practica buceo, esquí de fondo… De hecho, creamos un programa en Tanzania para jóvenes con discapacidad. Hacen carreras con sillas de ruedas y carreras con muletas. Eso cambió la manera en que se percibía a las personas discapacitadas en Tanzania. El nombre de ese hombre es Gary Horne.Por eso se llama Señor Hache. Él creía que me estaba regalando un chimpancé de peluche y entonces le hice agarrarle la cola. Me dijo: «No te preocupes, llévatelo donde vayas, y mi espíritu estará siempre contigo». Y me ha acompañado a sesenta y cuatro países.
Lo más increíble que ha hecho Gary Horne, en mi opinión, es que ha aprendido a pintar él solo. Y nunca ha visto al Señor Hache, solo lo ha tocado. Ha publicado un pequeño libro, lo podéis encontrar en Amazon, se titula «Blind artist», de Gary Horne. En él hay un retrato del Señor Hache. Os quedaréis alucinados. Así que, el indomable espíritu humano. Yo creo que tú posees uno de esos espíritus indomables. La cuestión es que cada uno de nosotros posee un espíritu indomable, pero algunos no se dan cuenta. No comprenden que tienen influencia, que importan como individuos, que el mundo se abre ante ellos. Así que, bueno, es tremendamente importante darnos cuenta de que cada día de nuestras vidas estamos influyendo de alguna forma. Aunque sea sonreírle a alguien que esté triste. O pararnos a acariciar a un perrito. O rescatar gatos, darles de comer y cuidarlos. O regar una planta que esté marchitándose y darle la oportunidad de vivir. Es muy importante saber que cada día de nuestra vida, estamos contribuyendo de alguna forma. Y creo que todos los presentes queremos contribuir al mundo y crear un futuro mejor para los animales y para nuestra propia especie.

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