martes, 22 de septiembre de 2020
Álvaro Neil
Elegir es un ejercicio de libertad. Vosotros lo habéis hecho esta mañana. Tú has elegido ponerte esas zapatillas, seguro que tenías otras. Has renunciado a ponerte otras zapatillas. Sin embargo, yo no veo esa parte negativa de la renuncia, yo me quedo con la positiva: lo que he ganado con la elección. En el momento que eliges un camino, debes olvidarte de los otros caminos. Disfruta ese camino. Yo no veo en mí una renuncia, sino una opción de vida. En la vida se pueden hacer muchas cosas. Yo he querido hacer esa. Y lo he querido hacer intensamente y lo he querido hacer con pasión. Porque pasión es lo que hace que uno no sienta que está trabajando. Cuando trabajas con pasión, no trabajas, estás disfrutando, estás jugando. Y yo le digo a la gente: «Por favor, vivid con pasión. Si sois un padre, sed el mejor padre. Si sois un estudiante, sed los mejores. Pero no porque os vayan a poner un diez, sino porque estáis aprendiendo». Si estudiáis para sacar un diez en francés, nunca sacaréis un . Y si estudiáis para aprender francés, no importa la nota, estáis aprendiendo. Si eres un médico, sé el mejor médico del mundo. Hay que ir a lo grande, no basta con dar una vueltecita en bicicleta por España. ¡Da la vuelta al mundo! Es una ironía, porque cuando yo terminé Kilómetros de sonrisas, el proyecto de Sudamérica, volví y preparé la vuelta al mundo. Durante un año y medio estuve preparándola. ¿Qué hice? Por la mañana, trabajaba de bicimensajero para mantener un poco la forma física, al mediodía iba a clases de francés, y a las tardes escribía el libro y buscaba algún patrocinador. ¿Sabéis cómo se llama la bicimensajería? La Luna. Y yo decía: «Estoy trabajando en La Luna y después me voy a dar una vuelta por la Tierra en bicicleta».
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