viernes, 25 de diciembre de 2020

Gérard de Nerval




Llegó a este mundo antes que Rimbaud Baudelaire, cuando ser maldito todavía no era una virtud literaria y las biografías no pesaban tanto como los versos, aunque en su caso todo eso ya se avecinaba, como un anuncio, como una condena. Gérard de Nerval (1808-1855) nunca trazó la frontera entre la realidad y la ficción, quizá porque siempre vivió en el territorio del sueño, donde esas palabras no tienen sentido. Desde allí, tan lejos como cerca de su París natal, por el que se paseaba con ademanes excéntricos, escribió una obra febril y fantasmagórica, propia del mito, que abrió las puertas por las que llegarían a este mundo los vientos del simbolismo y el surrealismo.

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