Estudió matemáticas y biología, pero en su principal interés fue la cultura y la mente humana. Por eso pronto se tituló también en literatura inglesa y literatura medieval. Eran áreas que le acercaban a lo que era su verdadera pasión: los mitos.
Joseph Campbell viajó a Europa a estudiar idiomas y durante su paso por el viejo continente conoció también la obra de Sigmund Freud y de Carl Gustav Jung. Le sedujo de manera especial el enfoque de este último. Luego volvió a Estados Unidos. Pasó cinco años dedicado a la lectura. Así, comenzó a darle vueltas a la idea de que todos los mitos, en todos los tiempos, tenían una estructura similar. Esa fue la semilla de una gran obra.
“Con el rechazo de los pretendientes, o la salida fuera de los límites, comienza la aventura. Entras en un terreno no protegido, nuevo. No puedes ser creativo a menos que dejes atrás lo limitado, lo fijado, todas las reglas”.-Joseph Campbell-
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