jueves, 2 de abril de 2020

Arnold Mindel

Arnold Mindel ofrece el ejemplo de un paciente psicópata que declaró que era
Jesús, el creador y destructor de la luz. En ese mismo instante la instalación de
luz cayó del techo dejando sin conocimiento al hombre.
Un ejemplo extremo de la liberación de tal energía psíquica ocurre con lo que
los junguerianos llaman «El Jugador», la persona que debe arriesgarlo todo en
la última carta metafórica. En muchos casos, un paciente se encuentra
desahuciado, con todos sus recursos agotados y sin esperanza. En términos
simbólicos, esto es parecido a la persona que ha llegado a la última puerta de un
castillo, al que solamente le queda un deseo mágico, y que se enfrenta a un
dragón, o que está al borde de la muerte. En tales circunstancias, todas las
energías se enfocan y se concentran al destapar la última carta y seguramente
ocurrirán las sincronicidades.
Mindel habla sobre el psiquiatra que no sabía cómo llevar adelante el
tratamiento de una paciente. Hiciera lo que hiciese no era capaz de comunicarse
con ella. Un día, bajo un tremendo estrés, soñó que su marido estaba intentando
arrastrarla al mundo del más allá y se despertó por unos golpes en la puerta de
su consultorio, pero no había nadie en el otro lado. Intuyó que el marido de la
mujer era el responsable de estas llamadas y le contó la historia a su paciente en
la próxima sesión. Ella lo asombró confesándole que su marido había muerto
pocas semanas antes.
Enfrentado a una empresa aparentemente imposible, el terapeuta se había
metido en una sincronicidad que implicaba una llamada a la puerta de su
consulta y el sueño de un marido muerto. Desde ese momento mejoró la
comunicación entre el médico y la paciente y permitió la curación final.

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