jueves, 2 de mayo de 2019

Richard feynman


Resulta llamativo que fuera declarado deficiente mental por un médico del ejército de los EEUU en la Segunda Guerra Mundial y sin embargo, trabajó recién graduado en el diseño y desarrollo de la bomba atómica en el ” Proyecto Manhattan “. Aislado en Los Álamos, se aburría. Para distraerse reventaba las cajas fuertes del ejército en las que se guardaban los secretos de la bomba y dejaba dentro de esas cajas notas graciosas.
Una de sus aficiones, y que nunca ocultó, fue su gusto por los bares de topless. Cuenta cómo le gustaba la atmósfera de este tipo de bares para relajarse. Se pedía un 7-up y disfrutaba del panorama visual. Ya relajado, utilizaba las servilletas del local para escribir sus inspiraciones y reflexiones. 
Su mente lógica y despierta le llevó en ocasiones a tomar decisiones en principio incomprensibles pero a medio plazo rentables y beneficiosas, como la vez en que Altadena, la región en la que vivía, fue destruída por un incendio. Unos días después contrató un seguro contra riadas. Feynman pensó que el incendio al provocar la erosión del paisaje podría facilitar corrimientos e inundaciones. La riada ocurrió al año siguiente después de las lluvias invernales, destruyendo las casas del vecindario. El único cubierto por el seguro fue el ingenioso Feynman.

https://mundocabaret.com/richard-feynman-las-extravagancias-de-un-premio-nobel/

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