martes, 13 de junio de 2017
William Faulkner
Faulkner fue un artista alcohólico que escribía sobrio (según él mismo decía), un gran exponente de la literatura universal que se permitió rechazar una invitación de la Casa Blanca diciendo que "a mi edad no me interesa cruzar grandes distancias sólo para ir a comer con desconocidos". El 10 de diciembre de 1950, cuando recibió el Premio Nobel que le había sido otorgado el año anterior, dijo en su discurso: "Nuestra tragedia de hoy es un miedo físico general y universal tan largamente padecido, que a duras penas lo podemos soportar. Ya no quedan problemas del espíritu; tan sólo una pregunta: ¿cuándo seré aniquilado? Es por eso que el hombre o la mujer joven que escribe actualmente ha olvidado los problemas del corazón humano en conflicto consigo mismo, que solos bastarían para producir buena escritura porque son lo único sobre lo cual vale la pena escribir, lo único que justifica la agonía y el sudor. Debe aprenderlos de nuevo. Debe enseñarse a sí mismo que lo más despreciable de todo es tener miedo; y una vez aprendido, olvidarlo para siempre sin dejar espacio en su taller para nada distinto de las verdades y certezas del corazón, de las verdades universales sin las cuales cualquier relato es efímero y fatal: el amor, el honor, la piedad, el orgullo, la compasión, el sacrificio. Mientras no lo haga, su trabajo estará bajo maldición"
http://eljineteinsomne2.blogspot.mx/2009/05/william-faulkner-el-hacedor-2.html
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