lunes, 1 de diciembre de 2014

Kayla Montgomery


Se desmaya después de cada carrera. Lo suyo es una auténtica historia de superación

Kayla corre porque no sabe hasta cuándo podrá mover sus piernas. En octubre de 2010 le diagnosticaron esclerosis múltiple
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Catching Kayla o, lo que vendría a ser, Persiguiendo a Kayla, es el vídeo que explica la historia de Kayla Montgomery, una chica que de pequeña no apuntaba maneras en el atletismo y ahora se ha convertido en una de las chicas más rápidas de Carolina del Norte. Y sufriendo esclerosis múltiple (EM).
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Cuando era una niña le gustaba pintar pero como era muy tímida sus padres la animaron para que se apuntara a algún deporte y conocer a otras personas de su edad. Se decantó por el fútbol hasta que algo ocurrió cuando tenía 14 años: no se notaba los pies. El diagnóstico fue como un jarro de agua fría para su madre que, cuando escuchó que Kayla sufría esclerosis múltiple se quedó sin respiración. La EM afecta a las células nerviosas y no tiene cura pero aún así, Kayla no se rindió a la primera.
Después de enfadarse con el mundo y no entender por qué esto le tenía que pasar a ella, decidió que la enfermedad no arruinaría su vida. Cuando empezó a recuperar la sensibilidad en sus piernas, gracias a la medicación, sabía que tenía que dejar el fútbol pero fue entonces cuando cuando empezó a correr.
Junto con su entrenador Patrick Cromwell, Kayla consigue recorrer largas distancias pero cada vez que el calor de su cuerpo aumenta, va perdiendo la sensibilidad en sus piernas hasta el punto de no saber hacia dónde va o si corre muy rápido. No nota nada, solo sabe que se mueven. 
Por eso, cada vez que cruza la línea de meta después de una carrera Patrick tiene que estar allí para sostenerla antes de que se caiga porque sus piernas no responden. Necesita agua y hielo para enfriarse lo más rápido posible y volver a recuperar la sensación de que tiene piernas.
Pero, ¿vale la pena pasar por todo esto? Sí, porque así es como Kayla se siente feliz, completa y normal porque sabe que puede correr, aunque sufra la EM. 
Ganó la última carrera escolar después de caerse en los primeros metros. Pero se levantó y lo logró: cruzo la línea de meta la primera. Después de estos últimos cuatro años tiene claro que seguirá corriendo hasta que la EM se lo permita. Patrick sabe que Kayla corre porque no sabe hasta cuándo podrá mover sus piernas.

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