miércoles, 15 de mayo de 2013

Simón Bolívar


Simón Bolívar fue un muchacho indisciplinado y salvaje, por esta razón antes de la muerte de su madre queda a cargo del Licenciado José Sáenz, consejero familiar y manejador de las propiedades de los Bolívar. Dos anécdotas nos dibujan las relaciones entre el niño rebelde y el rígido caballero. Un día el licenciado Sáenz lo llamo barrilito de pólvora y Simón le respondió:
“Tenga cuidado, no se me acerque puedo estallar.”
Otro día mientras cabalgaban juntos, Sáenz en un caballo y Bolívar en burro, el Licenciado le dice:
“Me temo que usted nunca será un buen jinete.”
A lo que el niño le respondió:
“Como voy a ser un buen jinete, montando un burro demasiado débil para cargar leña.”

Simón Bolívar fue un muchacho indisciplinado y salvaje, por esta razón antes de la muerte de su madre queda a cargo del Licenciado José Sáenz, consejero familiar y manejador de las propiedades de los Bolívar. Dos anécdotas nos dibujan las relaciones entre el niño rebelde y el rígido caballero. Un día el licenciado Sáenz lo llamo barrilito de pólvora y Simón le respondió:
“Tenga cuidado, no se me acerque puedo estallar.”
Otro día mientras cabalgaban juntos, Sáenz en un caballo y Bolívar en burro, el Licenciado le dice:
“Me temo que usted nunca será un buen jinete.”
A lo que el niño le respondió:
“Como voy a ser un buen jinete, montando un burro demasiado débil para cargar leña.”

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