sábado, 24 de noviembre de 2012

Friedrich Nietzsche


La anécdota es en la vida lo que el aforismo en el pensamiento: algo que interpretar. Empédocles y su volcán, ésta es una anécdota de pensador. Lo alto de las cimas y las cavernas, el laberinto; mediodía-medianoche; el elemento aéreo, alcioniano y también el elemento rarificado de lo subterráneo. A nosotros nos corresponde ir a los lugares más altos, a las horas extremas, donde viven y se alzan las verdades más elevadas, las más profundas. Los lugares del pensamiento son las zonas tropicales, frecuentadas por el hombre tropical. No las zonas templadas, ni el hombre moral, metódico o moderado".

Friedrich Wilhelm Nietzsche nació en 1844 y murió en 1900, a los 55 años, completamente loco.
Nietzsche fue un hombre extraordinario. Estudió filología clásica en la Universidad de Bonn y, poco después, se familiarizó con la obra de Schopenhauer. Comenzó a dar clases en la Universidad de Basilea y, entre tanto, la Universidad de Leipzig le confirió el grado de doctor sin examen ni disertación, en mérito a la calidad de sus investigaciones.
Poco después de trasladarse a Basilea, Nietzsche renunció a la nacionalidad alemana y vivió la mayor parte de su vida sin una nacionalidad específica.

En 1879, cuando tenía 35 años, su salud comenzó a empeorar y se vio forzado a abandonar su puesto como profesor. Sufría momentos de debilidad generalizada, con pérdida de la vista que llegaban casi a la ceguera, fuertes migrañas y problemas estomacales.
Un año antes, había publicado uno de sus libros más famosos: Humano, demasiado humano, y se enamoró de Lou Andreas-Salomé, quien lo rechazó cuando Nietzsche le declaró su amor. Triste, despechado, se marchó a un lugar solitario donde en sólo 10 días escribió su libro más famoso: Así habló Zaratustra. Sin embargo, no se vendió muy bien. Para que podamos tener una idea de cómo eran la ventas de libros en aquél entonces, Nietzsche mandó imprimir 40 copias de libro, de las cuales no se vendieron ni la mitad.
A los 44 años, Nietzsche sufrió el colapso mental definitivo, con signos de psicosis que incluían ideas megalomaniacas. En una carta a su colega Bruckhardt, escribió:
«He tenido Caiphas puestos. Además, el año pasado fui crucificado por los doctores alemanes de una manera muy drástica. Wilhelm, Bismarck, y todos los antisemitas abolidos»
Burckhadrt mostró la carta que recibió de Nietzsche a Overbecky, quien fue por el escritor y lo internó en una clínica psiquiátrica de Basilea. Su madre, sin embargo, decidió que era mejor trasladarlo a una clínica de Jena, la cual estaba dirigida por el famosísimo Otto Binswanger.
En 1890, la madre de Nietzsche lo sacó de la clínica psiquiátrica y lo llevó a vivir consigo. El filósofo pasó casi diez años solo, meditando, murmurando palabras entre dientes y escribiendo frases incomprensibles hasta que, finalmente, el 25 de agosto de 1900 Nietzsche murió de neumonía.
El producto de su genio ha influido poderosamente el pensamiento moderno. Muchas veces incomprendido, idolatrado o relegado al rincón de los excéntricos, Nietzsche es, sin embargo, uno de los pensadores más importantes que ha producido la humanidad.

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