martes, 22 de septiembre de 2015
Miguel de Cervantes Saavedra
"Hoy
es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos
más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte,
el miedo al poderoso y a nosotros
mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y
el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más
peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la
buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos, y
sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia
donde quiera que estén".
Miguel de Cervantes Saavedra ( Don Quijote de la Mancha )
miércoles, 9 de septiembre de 2015
Alejandro Jodorowsky
- «A veces perder es ganar y no encontrar lo que se busca es encontrarse».
- «Cada segundo es la eternidad».
- «Como la del sol, tu luz es para todos; ama incluso lo que parece odioso».
- «Comprenderse a uno mismo significa sentirse mas allá de las palabras dejándose caer en el abismo de lo impensable».
- «Cuando se abre una flor, es primavera en todo el mundo».
- «Cuando te enfermes, en lugar de odiar ese mal, considéralo tu maestro».
- «Debajo de la enfermedad, está la prohibición de hacer algo que deseamos o la orden de hacer algo que no deseamos».
- «Dondequiera que vas arrastras una sombra tan inmóvil como el ladrón crucificado».
- «El dinero es como el Cristo; te bendice si lo compartes».
- «El ego es sordo; sordo y ciego. El ego debe ser domado».
- «El mundo es lo que tú piensas que es; pero el que piensa no eres tú».
- «El silencio no tiene límites para mí; los límites los pone la palabra».
- «El sol, para brillar, no necesita ni esperanza».
- «El último ser humano vivo lanzó la última paletada de tierra sobre el último muerto. En ese instante, mismo supo que era inmortal; porque la muerte sólo existe en la mirada del otro».
- «Eres esclavo de aquello que bautizas con tu nombre».
- «Fueron semillas mis errores».
- «Haz lo que estas haciendo lo mejor posible».
- «He aprendido a hablar murmurando en tus oídos».
- «La belleza es el límite máximo al que podemos acceder a través del lenguaje. No podemos alcanzar la verdad, pero podemos aproximarnos a ella a través de la belleza».
- «La familia, la sociedad, la cultura, nos pone en un molde; cuando nos salimos del molde, empieza la curación y, no solo eso: hay que hacer algo que nunca haya hecho uno y mientras más difícil, mejor».
- «La frustración está provocada por una sociedad que nos pide ser lo que no somos y nos culpa de ser lo que somos. Ahora mismo, todo sigue estando dirigido por hombres; la mujer está en claro desequilibrio. Para comenzar, hay que equilibrar la igualdad de hombre y mujer".
- «La mente humana, al encontrarse frente a otra mente más potente que ella, tiene tendencia a olvidarse de sí misma.».
- «La mente no se conforma; esta ahí. Su calidad depende del uso que hagas de ella».
- «La mentira mayor es el ego».
- «La palabra que describe al mundo no es el mundo».
- «La verdad nunca se obtiene de nadie; uno la lleva siempre consigo».
- «Le pido al cine lo que muchos estadounidenses le piden a las drogas psicodélicas».
- Le preguntan qué consejo le daría a la gente: «Daría tres. El primero es: "Haz siempre, porque si no haces, te arrepentirás, y si haces y te equivocas, al menos habrás aprendido algo". El segundo: "No quieras nada para ti que no sea también para los otros". El tercero: "No seas lo que otros quieran que seas; sé lo que tú eres"».
- «Lo que busco me persigue».
- «Los pájaros nacidos en jaula creen que volar es una enfermedad».
- «Los sueños interpretados no son importantes. Los importantes son los lúcidos: cuando eres y te haces consciente de lo que estás soñando. El arte y la poesía también son muy importantes».
- «—Maestro, ¿cuándo seré fuerte? —Cuando aprendas a no dañar».
- «Me dicen que soy un estafador. Pues si lo soy, pero un estafador sagrado».
- «Me llamo Alejandro Jodorowsky. Mejor dicho: me llaman Alejandro Jodorowsky. Yo no me llamo nada...».
- «Muchos directores hacen películas con sus ojos. Yo hago películas con mis testículos».
- «Nadie se ha destruido a sí mismo para hacer un poema. Nadie».
- «Ni tan rápido que alcances la muerte ni tan lento que ella te alcance a ti".
- «No establezcas amistades inútiles».
- «No me agradezcas lo que te he dado; me ha sido dado para ti».
- «No me gusta el arte que diviniza el ombligo de quien lo practica».
- «No satisfacer los deseos no es sufrimiento, porque el prodigio es tener deseos».
- «No quiero nada para mí que no sea para todos».
- «No te apropies de nada ni de nadie».
- «...no voy a hacer el camino universitario porque el estudio universitario es la muerte del arte. Los museos y los estudios universitarios son la muerte del arte. Entonces, me voy a ir a hacer el arte. Que después me metan de momia en un museo ya vendrá; pero yo no voy a meter a nadie en un museo».
- «Oigo lo que dices en lo que no dices».
- «Otorga a cada palabra raíces en el corazón».
- «Para cambiar el mundo es necesario comenzar por uno mismo».
- «Piensas una cosa, deseas otra, amas otra, haces otra cosa».
- «Por amor, no solo copiamos los valores de nuestros padres, sino también sus enfermedades».
- «Si cierro mis manos, el agua se escurre».
- «Si echamos una mirada a las circunstancias que nos llevaron al milagro, comprenderemos que fuimos dirigidos por una fuerza inimaginable».
- «Si no soy yo, ¿quién? Si no es así, ¿cómo? Y, si no es hoy, ¿cuándo?».
- «Solo has de adquirir el poder de ayudar. Un arte que no sirve para sanar no es arte».
- «Todavía nos queda mucho por conocer del propio hombre; sigue siendo un misterio y lo seguirá siendo, probablemente».
- «Tú me maldices y yo te bendigo».
- «Una vez por semana, enseña gratis a los otros lo poco o mucho que sabes. Lo que les des, te lo das. Lo que no les des, te lo quitas».
- «Un día dejaremos de rezar y nos pondremos a vomitar flores».
- «Un filósofo que no podía caminar porque pisaba su barba se cortó los pies».
- «Un maestro zen, a punto de morir, está rodeado de sus discípulos. Éstos le preguntan solemnemente: "Maestro, ¿cuáles son tus últimas palabras? Y el maestro responde: ¡¡No quiero morir!!"». (Chiste que contó en "La Belleza de Pensar", programa televisivo chileno de entrevistas).
martes, 1 de septiembre de 2015
Marie-Monique Robin
Artículos
“El cáncer, la infertilidad y la diabetes son por la comida”
“Llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”.
Iván Gil
“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).
Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que el menor precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.
La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “América Latina en general es mucho más permisivo que la Unión Europea con el cultivo de Organismos transgénicos y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.
Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que 'la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.
El cenit del petróleo lo será también de la comida barata
Tradicionalmente se ha relacionado el bajo costo de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costos directos ni los indirectos”.
Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costos asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costos a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está inflado por los intermediarios y el retatil.
Una realidad de la que no estamos muy lejos, según la autora gala,
para quien antes o después tendrá que dispararse el precio de la comida,
ya sea por el fin de las subvenciones, por la creciente especulación
bursátil con las materias primas en los mercados de futuro, o por el no
menos inminente encarecimiento de los combustibles fósiles como el
petróleo y el gas, debido a su cenit.
Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.
Alimentos saludables en un mundo sostenible
Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.
“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.
La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.
Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de intermediarios y vendedor final, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%.
Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.
FueMarie-Monique Robinnte: El Confidencial
http://www.mundonuevo.cl/noticia/12/el-cancer-la-infertilidad-y-la-diabetes-son-por-la-comida
“El aumento de enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes y el cáncer está directamente relacionado con los alimentos que comemos. Las hormonas sintéticas presentes en los fertilizantes y pesticidas que entran en contacto con la comida son muy peligrosas para la salud y no suelen detectarse en los análisis toxicológicos, por lo que se invalida el principio de que la ‘dosis hace el veneno’”. Con esta advertencia a modo de carta de presentación, la galardonada documentalista y periodista Marie-Monique Robin nos introduce en el mundo de la agroindustria, su campo de investigación desde hace más de una década, y sobre el que versa su último ensayo: Las cosechas del futuro. Cómo la agroecología puede alimentar al mundo (Península).
Una obra fruto del análisis comparativo de diversos sistemas de producción alimentaria que, en sintonía con otras anteriores como Nuestro veneno cotidiano y El mundo según Monsanto, cuestiona el mito de que el menor precio de los alimentos o de que el fin del hambre en el mundo solo son posibles mediante la producción industrial de alimentos. La principal novedad que aporta la autora gala con este último libro es que existe una alternativa demostrable, “más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar la investigación”, y que se llama agroecología.
La transición de la agroindustria a la agroecología todavía es posible, explica Robin, pero aun existiendo la voluntad política necesaria para propiciar los cambios legislativos que la permitan, “llevará muchos años descontaminar las tierras y las aguas subterráneas hasta poder producir alimentos sanos”. Es por ello que urge, en primer lugar, limitar el uso de pesticidas y transgénicos. “América Latina en general es mucho más permisivo que la Unión Europea con el cultivo de Organismos transgénicos y la comercialización de otras sustancias tóxicas, como el bisfenol A que en otros lugares como Francia está prohibido”.
Una permisividad, alerta la autora gala, con unas consecuencias más que visibles: “Las parejas españolas son las que más problemas tienen de infertilidad en toda Europa, al afectar a una de cada cuatro”. Al mismo tiempo, los cánceres de cerebro y la leucemia están creciendo a un ritmo anual del uno al tres por ciento entre los niños, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ponen también de relieve el auge del origen fetal de las enfermedades en la edad adulta (presuntamente por el tipo de alimentación de la gestante). “La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ya se está dando cuenta de estas consecuencias y reconociendo las deficiencias del principio toxicológico de que 'la dosis hace el veneno’ debido a las indetectables hormonas sintéticas, como demuestra la mayoría de literatura científica sobre esta cuestión”, apunta Robin.
El cenit del petróleo lo será también de la comida barata
Tradicionalmente se ha relacionado el bajo costo de los alimentos con los monocultivos, el uso de pesticidas y fertilizantes para reducir las plagas, así como otras técnicas modernas de producción a gran escala. Sin embargo, Robin afirma que “los precios de los alimentos que compramos en el supermercado son completamente falsos porque no incluyen los costos directos ni los indirectos”.
Los gastos derivados del tratamiento de las aguas contaminadas, del pago de las tasas por los gases de efecto invernadero, de las subvenciones (para el gasóleo, para exportar o directamente de la Política Agraria Común de la UE), así como de los sistemas públicos de salud, por el aumento de enfermos crónicos, son algunos de los costos asociados a la agroindustria que no se incluyen el precio de origen. “Si sumamos todos estos costos a los productos en origen, su precio subiría y serían más caros que los ecológicos”. Además, añade Robin, más de la mitad del precio está inflado por los intermediarios y el retatil.
"Existe una alternativa a la agroindustria, más sobresaliente de lo que creía antes de iniciar esta investigación, y que se llama agroecología". |
Los productos químicos utilizados en la agroindustria se elaboran a partir de petróleo y gas, por lo que un aumento en el precio de estos recursos, junto a la escasez de agua, pondría a la agroindustria en la encrucijada. “Esta es la gran debilidad de las industrias alimentarias. Se sustentan sobre un modelo que depende de los combustibles fósiles, y está claro que el precio de éstos será cada vez mayor, por lo que el de los alimentos será parejo. No tiene sentido que la alimentación en el mundo dependa de la producción de petróleo en una región tan convulsa como es Oriente Medio”, lamenta Robin.
Alimentos saludables en un mundo sostenible
Las perniciosas consecuencias para la salud y el medio ambiente de la agricultura industrial, así como la crónica de una muerte anunciada que Robin comenzó a describir antes incluso de que se produjesen las primeras crisis alimentarias en Latinoamérica (relacionadas con los biocarburantes) han llevado a la francesa a recorrerse el mundo en busca de alternativas ecológicas. Después de estudiar diferentes técnicas agroecológicas pudo comprobar que su rendimiento puede ser mayor que con técnicas propias de la agroindustria.
“Muchas veces, cuando hablamos de agroecología pensamos que se trata de volver a las técnicas empleadas por nuestros abuelos. No es así, se trata de prácticas mucho más complejas que dependerán de la zona geográfica donde se desarrollen, del tipo de cultivo o del tipo de tierra”, explica la autora. Sin embargo, Robin sí pudo comprobar que todos ellos coincidían en un principio básico: la complementariedad. “Se trata de un principio común mediante el que se busca complementar la biodiversidad del medio, mediante rotación de cultivos o interfiriendo en los ciclos biológicos de los insectos, para prevenir plagas y aumentar la producción”.
La demanda de productos ecológicos por parte de los consumidores ha aumentado proporcionalmente al deterioro de la cadena alimentaria, “pero la oferta todavía no llega para abastecerlos a todos”, apunta Robin. Para hacerla extensiva a todo el mundo no llega con la concienciación del consumidor, que al fin y al cabo es el que más poder detenta con sus decisiones de compra, sino que se necesitan medidas políticas concretas.
Entre las propuestas más urgentes para facilitar el cambio, la periodista cita “la prohibición de la especulación con alimentos, el fomento de la soberanía alimentaria mediante una férrea protección de los mercados y agricultores locales, y el acortamiento de las cadenas de distribución buscando conexiones directas entre consumidores y productores”. Solo mediante la eliminación de intermediarios y vendedor final, explica la francesa, el precio de los alimentos orgánicos se reduciría hasta en un 90%.
Las bases para posibilitar un cambio de modelo están puestas “desde hace muchos años”, pero de no iniciarse una pronta transición, advierte Robin, “no podremos anticiparnos a las crisis alimentarias que resurgirán en cualquier momento”.
FueMarie-Monique Robinnte: El Confidencial
http://www.mundonuevo.cl/noticia/12/el-cancer-la-infertilidad-y-la-diabetes-son-por-la-comida