martes, 30 de diciembre de 2014

William Butler Yeats


    ¿Por qué no habrían de rabiar los viejos?
    Algunos vieron a un muchacho de futuro
    Que buen pulso tenía en la pesca con anzuelo
    Convertirse en un periodista borracho;
    A una muchacha que supo todo Dante de memoria
    Vivir para parir hijos de un necio;
    A una Helena de sueño benéfico y social
    Subir a gritar a una vagoneta.

    Algunos piensan que es cosa natural que el destino
    Deba matar de hambre a los buenos
    Y a los malos hacerles progresar;
    Que si sus vecinos imaginaran claramente,
    Como en una pantalla iluminada,
    Ni una sola historia encontrarían
    De una mente feliz que no quebrara
    O de un final digno del comienzo.

    Los jóvenes no saben nada sobre esto,
    Los viejos, que todo observan, bien lo conocen;
    Y cuando sepan lo que dicen los libros de antes
    Y que nada mejor podemos esperar,
    Entonces sabrán por qué habría de rabiar un viejo.

domingo, 21 de diciembre de 2014

viernes, 19 de diciembre de 2014

Lauren Singer

Así es la vida de la neoyorquina que vive sin generar basura

Hablamos con Lauren Singer, la joven de 23 años que asegura haber conseguido vivir sin generar residuos. La vida sencilla y la filosofía del 'cero basura' cada vez tienen más adeptos.


Lauren Singer en el tren con una bolsa de algodón reutilizable en la que guarda snacks y una jarra de cristal también reutilizable donde lleva bebidas.
Foto: Instagram trashisfortossers
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¿Creen que es posible vivir en la gran manzana sin necesitar un cubo de basura y sin producir ningún residuo? Parece difícil pero Lauren Singer, una chica de 23 añosque se graduó en estudios ambientales por la Universidad de Nueva York, reclama haberlo conseguido desde hace dos años. Lauren empezó prescindiendo de los envases de plástico y comprando alimentos en tiendas que venden a granel. En cuestión de vestimenta decidió pasarse a la segunda mano y hasta hacer sus propias recetas para elaborar productos de limpieza, cuidado personal o cosméticos. Pero, ¿qué pasa con las mondas de los plátanos o la ropa y los zapatos cuando ya están viejos?, por ejemplo. Según comenta Singer a S Moda, “la basura orgánica la llevo una vez a la semana a un lugar donde la transforman en compost, compro todo en un mercado de granjeros, donde nada está envasado, y cuando mis ropas, sábanas o telas están muy gastadas las llevo a un lugar donde las reciclan. Como vivo en el centro de Nueva York voy a muchos sitios andando y cuando lo necesito cojo el transporte público. No tengo coche”.

La conversión de Lauren a la filosofía cero residuos vino cuando su Pepito Grillo ecologista, le susurró que no podía alardear de ser “verde” y al mismo tiempo llenar cada día sus bolsas de basura con envases, plásticos y bandejas inservibles; ni utilizar un lavavajillas lleno de productos químicos al mismo tiempo que pedía un planeta más limpio. “Lo más complicado no fue prescindir de ciertos productos, sino buscar alternativas orgánicas a todo lo que usamos en el día a día”, cuenta Lauren, “tengo recetas para todo: detergente para la lavadora, pasta de dientes, loción para la piel… Y me ha costado bastante investigar y perfeccionarlas”. En su blog Trash is for tossers, esta neoyorquina expone sus ideas, su forma de vida y su compañía The Simply Co., que se dedica a vender productos 100% naturales y libres de químicos, que ella misma elabora: cucharas de barro para echar la dosis exacta, camisetas de algodón orgánico con el lema Live Simple o jabón en polvo para lavar prendas a mano. Además, con este divertido vídeo acaba de cuatripiclar los ingresos que pedía en Kickstarter para comenzar a fabricar un detergente para la lavadora con solo tres ingredientes naturales.


Generalmente los amantes de lo orgánico rehúyen las grandes urbes y se retiran al campo pero Lauren demuestra que se puede generar muy poco impacto ambiental viviendo en el epicentro del consumismo y de la cultura de usar y tirar. “Cada vez hay más gente interesada en vivir de una manera más simple y saludable, para ellos y para el planeta. En Nueva York hay muchos espacios interesantes al respecto, fantásticas tiendas de comida orgánica o productos que no puedes conseguir en otros sitios, centros de reciclado o donde se hace compost y ya más lejos, la gente tiene huertos donde cultivan sus propias verduras. Llevar este tipo de vida es una decisión que tiene que partir de uno mismo, pero el gobierno y las autoridades tienen que proveer de las infraestructuras para que esto sea posible. Lo que yo le pediría al ayuntamiento de Nueva York es que acabe con las bolsas de plástico”, cuenta Lauren. La joven ecologista reconoce que desde que empezó con su plan, hace dos años, ha ahorrado dinero, se alimenta mejor y beneficia a su salud al evitar los peligrosos químicos presentes en los productos de limpieza y cosméticos. Solo hay una cosa que Lauren no reutiliza. ¿Adivinan cuál? Según ella misma cuenta en un post de su blog titulado Turn me on, se trata de los preservativos, aunque utiliza los más respetuosos con el medioambiente, que a su juicio son los de la marca Sustain Condoms.
Laura Singer
Un día cualquiera en la vida de Lauren Singer.
Foto: Instagram trashisfortossers
Vuelve la venta a granel

La consigna del Zero Waste empieza a crecer y esparcirse poco a poco, con iniciativas que surgen cada día, como las tiendas que ya prescinden del empaquetado y envoltorios. Una de las formas más absurdas, inútiles e improductivas de generar basura pero que conecta con la idea reinante de quedarse en la cáscara, en lo superfluo de las cosas, de ahí que los personajes suflé vivan ahora sus mejores momentos. Granel es una cadena que cuenta con 11 tiendas en España, repartidas en Cataluña, Baleares y Bilbao. La primera de todas se abrió en Vic, en 2011 y vende comida sin empaquetar. “Tenemos verduras, legumbres, frutos secos, especies, pan, cereales… Todos son productos ecológicos, frescos y de la zona”, cuenta Judith Vidal dueña del negocio junto con su marido, Iván Álvaro. “Nuestros clientes vienen ya con sus propios sacos o recipientes y, si no los tienen, nosotros ofrecemos envases de papel, de fécula de patata, de PLA -un bioplástico derivado del maíz– o bolsas de tela de algodón orgánico. La gente compra muchas cosas simplemente por el envase por ejemplo, los cereales del desayuno, que están especialmente diseñados para atrapar a los niños”, cuenta Judith.

Comprar en tiendas a granel supone ahorrar dinero, ya que según cuenta Vidal “la falta de empaquetado abarata el producto, pero otro aspecto importante es que el comprador tiene la seguridad de que está adquiriendo alimentos frescos. Las harinas no envasadas se estropean a los tres meses, se oxidan y pierden sus propiedades por lo que son ya inservibles”.

El pasado septiembre abrió en Berlín Original Unverpackt, el primer supermercado que prescinde de los envoltorios. La idea surgió de un grupo de mujeres que crearon uncrowdfunding para financiarlo y cuyo lema era “el consumo sostenible debe ser algo sexy”.

Ya hay restaurantes cero desechos como Sandwich Me In, uno de comida rápida en Chicago. Las materias primas provienen de los granjeros y ganaderos locales, se utiliza energía sostenible, la basura orgánica se transforma en abono y todo es reutilizado. Llegar a este status no fue fácil y era la ambición de su dueño, Justin Vraney, incluso al principio, cuando aún generaba basura, que el total de sus desechos diarios fuera el equivalente a lo que producía un restaurante del mismo tamaño en tan solo una hora. La fórmula del su éxito la contaba Vraney a los medios, “practico las cinco R: reducir, reutilizar, reciclar, rechazar y resistir”.
Granel
Una de las tiendas Granel que hay repartidas por España.
Foto: Cortesía de Granel
Legislación insuficiente

Además de voluntad propia, para disminuir el packaging se requiere también de políticas activas de reciclado e infraestructuras que lo permitan. Como apunta Victor Mitjans, coordinador de estudios de la Fundación para la Prevención de Residuos, “la normativa ambiental europea se inspira en la idea de que el que contamina debe pagar. En el caso de las latas de bebidas por ejemplo, está regulado por ley y es el fabricante el que tiene que hacerse cargo de recogerlas. Sin embargo, en España no ocurre así y esta tarea recae en los ayuntamientos, que crean los contenedores para la recogida de envases y que, a su vez, luego le exigen a los fabricantes que paguen los costes. El problema aquí es que el reciclado se deja a la voluntad de cada uno y sabemos que no todo el mundo clasifica la basura. El 70% del contenido del contenedor de resto –no recogida selectiva– son envases”.

Otros países europeos si que siguen esa normativa como Alemania, que contempla diversas medidas al respecto. Según Mitjans, “en los supermercados alemanes hay un contenedor donde puedes dejar todos los envases que creas que no son útiles –muchos productos no solo llevan uno sino que incluyen además fajas de cartón, una doble bolsa, etc–, la gestión de esto corre a cargo del supermercado y es una forma de desincentivar el exceso de embalaje. En varios países europeos cuando compras una bebida pagas también el envase y si lo devuelves, se te reintegra el precio. Esta medida es la que estamos tratando que se adopte en España desde Retorna, una plataforma formada por diversas ONGs, organizaciones de consumidores, recicladores y sindicatos, que busca una mayor gestión ambiental de los residuos”.

“En España se generan 22 millones de toneladas de residuos al año, dentro de las cuales tres millones corresponden a envases de plástico o metal”, cuenta Mitjans. “El plástico es el peor material de todos y el más contaminante. Es muy difícil de reciclar y cuando se hace este proceso, lo que se obtiene es siempre para usos de inferior calidad. Sin contar con los numerosos estudios que demuestran que existe un determinado nivel de transferencia de los compuestos del envase al contenido, y que lo convierten en la peor opción para envasar alimentos”, concluye.

jueves, 18 de diciembre de 2014

James Bowen

James Bowen and Bob the cat: 'He's named after the killer in Twin Peaks'

The homeless man turned bestselling author on how his cat saved him from drugs, and why Bob thinks he's human
James Bowen and Bob, Q&A
'He's faithful to the core': James Bowen and Bob in Covent Garden, London. Photograph: Sophia Evans for the Observer
In last year's bestselling book, A Street Cat Named Bob, you say that you and Bob saved each other. It's an inspiring story. How did you meet?
  1. Bob: No Ordinary Cat
  2. by James Bowen
  1. Tell us what you think:Star-rate and review this book
Bob turned up at my flat one day and, after he'd been sitting on my doorstep for three days, I invited him in. He had a leg injury – he'd been attacked by a fox – so I had him treated, and I tried to find who he belonged to but nobody showed any interest. We just had a connection. He kept following me around, and it became natural for us to stick together.
You've just adapted the book for children. Some children's books – The Hunger Games, Philip Pullman's titles – are pretty dark,  but not many deal with heroin addiction. How have you made it child-friendly?
Well, we've taken out the really dark stuff, but we've also tried to make the audience aware of the dangers of a particular lifestyle, while giving them an understanding of why people go down this route. Hopefully it will deter people, but also make them more aware of the issues – how drug use can provide an escape for some people. I think it's well balanced for 11 and above, which is the age group it's aimed at. 
So you got over heroin and methadone addiction, in part thanks to Bob, but how did you become homeless, and why did you start using heroin in the first place?
About 10 or 11 years ago, I was sleeping rough. I thought it would just be for a few nights, but it was for a couple of years. I became homeless because I was staying with my sister, and I didn't get on with my brother-in-law. I was a teenage tearaway goth, I was very angry, and my sister and her husband were raising two children, and it was probably a bit too much having me hanging around. I had to move out and I slept on sofas and floors of friends, but you wear out your welcome pretty quickly and eventually run out of sofas to sleep on, so you end up sleeping rough. Once that happens, getting a job becomes a problem – the minute you become no fixed abode you become invisible. I started to slip into depression and drugs were a great way to escape. They were all around me so I tried it and found out it was pretty nice. Or rather, nice when you're doing it. Coming off it is another matter.
The representation of heroin addiction in films and movies suggests it benignly resigns you to whatever life throws at you. Is that something to do with its appeal when you're sleeping rough?
In a way. But it traps you. Heroin is a great excuse to stay on the streets and do nothing about your life. It's definitely glamorised in films, but it's an easy option – although you do have to go shoplifting four times a day to fund your habit. 
You were caught shoplifting in Marks & Spencer in Islington…
I was. I would dress smartly, go at lunchtime when it was busy and load up on meats and whatever; maybe a shirt from upstairs. Then I'd go down the pub and sell them at half the price. That's how a lot of people feed habits, from stolen goods. Unfortunately, when you get caught, you end up in the prison system and it can make some people worse. I got put on drug rehabilitation orders and probation, but I never served a sentence. It was Bob who gave me the determination to knuckle down and get over it. Using drugs is a selfish thing; Bob gave me something else to focus on.
As you mention in your book, there are a lot of homeless people with dogs. A dog will stick with you even if you can't feed it. With a cat it's a much more equal relationship, but do they offer as much companionship? 
We're definitely equals. In fact, he's the boss of me if anything. Where I go, he wants to go. If I don't take him somewhere, he gets a bit antsy. Dogs do provide security on the street but often people don't train them properly and they will go for you.
Why is he called Bob?
When I first got him he hadn't been neutered. One minute, he was all sweet, the next he would go for me. I was watching the box set of Twin Peaks at the time, so he's named after Killer Bob/Leland Palmer. It suits him.
You claim in your book that you could tell immediately that Bob had personality. What do you say to people who say cats don't have a personality, they're just furry sociopaths? 
I say they obviously don't know cats. If you've ever lived with a cat, you'll know they do. Bob is loyal – the few times I have slept rough with him, he stayed with me. He's faithful to the core. Cats think for themselves. Bob opens cupboards when he's hungry – I have to put child locks on the fridge…
Exactly – cats are basically land sharks, always thinking about food. If he was big enough, Bob would probably eat you…
Bob would never eat me – look at him, he's just so relaxed. I get complete adoration from him. And he thinks he's a person; he doesn't realise he's a cat.  
Is it true that the Hollywood agent who brought Marley & Me to the big screen is in talks about turning Bob's story into a film? 
He's touting our book around, yes, and we've had a few initial offers. It would be incredible to see it on the big screen. It's looking more likely every day. It's crazy but, having been No 1 in the books chart for coming up to a year now, it's a possibility.
Will Bob play himself?
Who else could play him? He's such a character. Plus, it's not like you can train them; cats do what they want to do. You can't make them do anything. 
How is he adapting to his celebrity status? Are you worried he might turn into a bit of a prima donna, like Cheeta the chimpanzee did following the publication of his book, Me Cheeta?
He's already a little bit of a diva. He's definitely demanding more treats and he likes to work fewer hours – he's very vocal about it. But he's the boss, so if he says it's time to go home, then it's time to go home. He won't be running off with Jennifer Aniston, will you, Bob?
He is very handsome, and I know people have tried to buy Bob from you. Are you worried the original owner will reclaim him?
He's my owner. And there's nobody else who could ever claim him. We've been together for over six years now. If someone came forward now, I'd tell them where to go jump.
If you become rich and famous, what will you do with the money?
Make sure our lives are comfortable, and we never have to worry about sleeping rough again. 
Bob: No Ordinary Cat is published on 14 February by Hodder & Stoughton

Gabriela Mistral




Es la noche desamparo 

de las sierras hasta el mar. 
Pero yo, la que te mece, 
¡yo no tengo soledad! 



Es el cielo desamparo 
si la Luna cae al mar. 
Pero yo, la que te estrecha, 
¡yo no tengo soledad! 



Es el mundo desamparo 
y la carne triste va. 
Pero yo, la que te oprime, 
¡yo no tengo soledad!

martes, 16 de diciembre de 2014

Errico Malatest




Born in 1853, into a growing mood of republicanism, Malatesta soon saw the need for a more profound change in society, and in 1871 joined the Italian section of the International. At the time, the main anarchist/socialist strategy was to start insurrections, driving government officials out of small towns and burning the tax ledgers and bank books in the hope of sparking more widespread rebellions, a tactic which Malatesta supported enthusiastically. He was forced to flee Italy in 1878 after the assassination of King Umberto, by a republican cook, led to a general crackdown on radicals.

He returned to Italy after five years spent travelling around Europe, continually agitating for anarchism, but was arrested in 1884, and had to leave again, this time for Argentina, where he lived for twelve years and was very involved in the organisation of the labour movement. He again returned to Italy, where he became the editor of L'Agitazione. After only a year, however, he was arrested once more, but he managed to escape, and after a few years in America he travelled to London.

There he lived and worked for the next thirteen years, with a mass campaign stopping him from being deported in 1909. In 1913 he went back to Italy of his own volition. Following the collapse of the general strike of 1914, Malatesta, now in his sixties, had to leave for London once more. He spent the war years there, writing and speaking often on the need for anarchists not to choose sides between two capitalist, imperialist powers. Finally, in 1919, he was able to return to Italy, this time for good.
Although he had spent barely half his life in his native country, his experience and dedication had won him much respect in anarchist circles there. At the time, the anarchist movement in Italy was strong, the popularity reflected in the fact that Umanità Nova, the daily anarchist paper which Malatesta founded, had, at its peak, a circulation of over 50,000. Unfortunately, this golden period was to be short-lived. When Mussolini came to power the left-wing papers were closed down, the anarchist movement decimated and driven underground, and Malatesta himself spent the last five years of his life under house arrest.

Ideas and Actions

Malatesta was, above all, an activist. While he wrote many articles and pamphlets he was no academic, he was a working electrician who wrote when there was something to be said, not for the sake of writing. He described an anarchist society simply, as a "society organised without authority, meaning by authority the power to impose one's own will", "a society which reconciles the liberty of everyone with co-operation and liberty among men". What more needs to be said?
We also see in Malatesta's writings the changes that were taking place in the general anarchist movement. Though he always reserved the right to use arms in the defense of social gains, maintaining that "if you want the corn, you need the cannon", over the years the tactics he emphasised changed, from the insurrectionism of his youth to the syndicalism of his older years. He had always said that the anarchist movement needed to be as visible as possible, and this change reflects his coming to believe, as did the wider anarchist movement, that this is incompatible with the strategy of 'propaganda by the deed'.
There is no one action, no single pamphlet or article for which Malatesta is famous. There have almost certainly been better anarchist writers, more skilled anarchist organisers, anarchists who have sacrificed more for their beliefs. Perhaps though, Malatesta is celebrated because he combined all of these so well, exemplifying thought expressed in deed, ideas backed up by action, and all driven by a fierce commitment to freedom.
Ray Cunningham

Max-Neef

Max-Neef: “La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos juntos”

01/07/14


   

El economista chileno Manfred Max-Neef reniega de una economía neoliberal para la que los seres humanos son “irrelevantes” y que, en su opinión, “mata más gente que todos los ejércitos juntos”. Galardonado en 1983 por los Right Livelihood Award, considerados Premios Nobel alternativos, Max-Neef se pregunta, en una entrevista con Efe con motivo de su estancia en Galicia, si los altos índices de suicidio en países como, por ejemplo, España, se pueden considerar “asesinatos de un sistema perverso”.

La perversidad de la economía neoliberal radica en que “no entiende el mundo y, además, los seres humanos son irrelevantes. Lo relevante son los indicadores macroeconómicos, el PIB… lo que le haya pasado a las personas no importa”, afirma.
Max-Neef atribuye a “la estupidez”, en su opinión lo único que distingue al ser humano de los animales, el hecho de que no haya “un solo preso” entre todos los “sinvergüenzas” que provocaron la crisis económica de 2008, y de que se siga apostando por el mismo modelo vistos los resultados.
“¿En este momento hay algo que no sepamos que no hay que hacer? Todos lo tenemos perfectamente claro”, proclama el catedrático por la Universidad Austral de Chile, quien comulga con la denuncia del Papa Francisco de que uno de los mayores problemas de la humanidad es “la globalización de la indiferencia”.
Max-Neef critica “el lenguaje del miedo” utilizado por los economistas, al igual que los diferentes credos religiosos, con los que los compara, y sus “dogmas indiscutibles”, que no se basan, afirma, en “fundamentos empíricos ni científicos”.
Se remite a los mensajes “catastrofistas” sobre el peligro de quiebra de los bancos si no se les rescata y al caso paradigmático de Islandia, del que “poco se ha hablado”, en su opinión, no fuera a ser que originara “un efecto contagio”. Max-Neef cree “absurdo” y un “disparate descomunal” que en pleno siglo XXI la economía se rija por “ideas neoclásicas del siglo XIX”, y que de entre todos los que se consideran gurús del ramo nadie vaticinó “la catástrofe” de 2008.
Según el economista chileno, aquellos colegas que se consideran científicos deberían actuar como tales y plantearse buscar alternativas cuando ven que “fracasa su teoría”, y sin embargo estos “insisten en más de lo mismo”. Como contrapunto a la corriente económica dominante, quien fuera candidato a la presidencia de Chile en 1993 por Los Verdes promulga un modelo “al servicio de las personas”, a las que se debe vincular el desarrollo y no a los objetos; donde el crecimiento no sea sinónimo de desarrollo y no precise necesariamente del mismo.
Explica que su teoría casa con el concepto sudafricano de “ubuntu”, el de la interrelación de las personas, frente a la concepción “mecánica” de la economía, en la que “se llega al extremo de que la solidaridad es vista como un acto irracional”. Ecoportal.net
El Ciudadano
http://www.elciudadano.cl

Dylan Thomas

AND DEATH SHALL HAVE NO DOMINION (Y LA MUERTE NO TENDRÁ SEÑORÍO)

And death shall have no dominion.
Dead men naked they shall be one
With the man in the wind and the west moon;
When their bones are picked clean and the clean bones gone,
They shall have stars at elbow and foot;
Though they go mad they shall be sane,
Though they sink through the sea they shall rise again;
Though lovers be lost love shall not;
And death shall have no dominion.
Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.
And death shall have no dominion.
Under the windings of the sea
They lying long shall not die windily;
Twisting on racks when sinews give way,
Strapped to a wheel, yet they shall not break;
Faith in their hands shall snap in two,
And the unicorn evils run them through;
Split all ends up they shan't crack;
And death shall have no dominion.
Y la muerte no tendrá señorío.
Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no moriran aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.
And death shall have no dominion.
No more may gulls cry at their ears
Or waves break loud on the seashores;
Where blew a flower may a flower no more
Lift its head to the blows of the rain;
Though they be mad and dead as nails,
Heads of the characters hammer through daisies;
Break in the sun till the sun breaks down,
And death shall have no dominion.
Y la muerte no tendrá señorío.
Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío.

domingo, 14 de diciembre de 2014

sábado, 13 de diciembre de 2014

María Remedios del Valle

 

La Capitana María Remedios del Valle, “Madre de la Patria”


por Carlos P. Ibarguren UriburuLa Prensa, 8 de Mayo de 1932

Una Mendiga

En la recova de la plaza de la Victoria o en el atrio de San Francisco, de San Ignacio o de Santo Domingo, veíase arrebujada en un manto de bayetón oscuro a una vieja mendiga, conocida en el barrio con el apodo de La Capitana. Su figura era familiar a los vecinos: encorvada y magra, diríase la imagen mísera de la senectud con su tez terrosa y arrugada, su boca hundida sin dientes y sus ojos empañados. Con voz débil ofrecía en venta a los transeúntes pasteles, tortas fritas o fruta, que llevaba en una batea; a veces imploraba por el amor de Dios una limosna. Vivía en un rancho de las afueras, donde empezaban las quintas. Aterida de frío en invierno, chapaleando barro bajo la lluvia o sofocada por el sol de enero, recorría el mismo trayecto cotidiano en procura de su pan. Era cliente de los conventos, donde comía la sobra y los desperdicios que le daban.
Llamábase María Remedios del Valle y se ignoraba tanto su nombre como la verdadera razón de su apodo. Ella decía que era capitana del ejército, nombrada por el general Belgrano en los “tiempos de la patria”. “Hoy — exclamaba con frecuencia — ya no hay patria, no se pelea por ella como antes.” Y mostraba cicatrices en los brazos y en las piernas, de heridas que decía había recibido en la guerra de la Independencia. Las gentes escuchaban sus relatos y sonreían compasivamente; creíanla delirante por la vejez y la miseria.
Un día el general Viamonte la reconoció. “Sí, es ella, La Capitana, la madre de la patria, la misma que nos acompañó al Alto Perú”, dijo al percibirla, y acercándose a la pordiosera le preguntó por su nombre. La pobre anciana, que varias veces había golpeado la puerta del general sin poder verle, porque era despedida por los criados, le refirió su desvalimiento. El veterano, conmovido, la incitó a que recurriera al gobierno solicitando amparo. Corría entonces el año 1827, la anarquía y la crisis política habían derribado a Rivadavia, cuya caída trajo consigo el derrumbamiento de la autoridad nacional. El breve interregno del doctor López restableció la provincia de Buenos Aires y el coronel Dorrego fue elegido gobernador; la petición de María Remedios del Valle, presentada cuando se desencadenaban tan graves acontecimientos, traspapelose sin tener resolución definitiva.

 

Heroína ignorada

El general Viamonte no olvidó a La Capitana, y cuando fué elegido diputado a la Sala de Representantes, le hizo presentar a la Legislatura que acababa de constituirse una solicitud de pensión por “sus servicios en la guerra de la Independencia”, que tuvo entrada el 25 de septiembre de 1827.
En la sesión del 11 de octubre se leyó el siguiente despacho: “La comisión de peticiones ha examinado la solicitud de doña María Remedios del Valle, conocida con el título de capitana del Ejército, en que refiriendo los importantes servicios que ha rendido a la patria y acompañado el expediente que los justifica, pide alguna remuneración por ellos, pues no tiene absolutamente de qué subsistir. La comisión se ha penetrado de la justicia de este reclamo y en mérito de ella ha tenido a bien aconsejar a la Sala el adjunto proyecto de decreto — Octubre lro de 1827 — José Ignacio Grela, Manuel Obligado, Eladio Otamendi”.
Proyecto de decreto: “Por ahora y desde esta fecha, la suplicante gozará del sueldo de capitán de infantería, y devuélvase el expediente para que ocurriendo al P. E. tenga esta resolución su debido cumplimiento”.
En esa sesión la Legislatura debía tratar asuntos que juzgó más importantes: formación del jurado para las cuestiones sobre libertad de imprenta, y el señor García Zúñiga, presidente de la Sala, anunció que la pensión de la solicitante se discutiría en otra oportunidad.
El asunto de la infeliz postulante estuvo estancado hasta el año siguiente de 1828, en que el general Viamonte consiguió que se llevara a consideración de la Legislatura, en sesión del 18 de julio de 1828.
Leído el despacho de la comisión, algunos diputados lo objetaron; se preguntó qué significaba esa pensión y qué clase de documentos se acompañaban a la solicitud; se alegó que la Sala de Representantes de la provincia de Buenos Aires no tenía facultad para dar un premio por servicios prestados a la Nación. Entonces, el general Viamont tomó la palabra, y con la generosa vehemencia que bien brega por evitar una cruel injusticia, dijo:
“Yo no hubiera tomado la palabra, porque me cuesta mucho hablar, si no hubiera visto que se echan de menos documentos y datos. Yo conocí a esta mujer en la campaña al Alto Perú y la conozco aquí; ella pide ahora limosna… Esta mujer es realmente una benemérita. Ella ha seguido al ejército de la patria desde el año 1810. No hay acción en que no se haya encontrado en el Perú. Era conocida desde el primer general hasta el último oficial en todo el ejército. Ella es bien digna de ser atendida, porque presenta su cuerpo lleno de heridas de bala y lleno, además, de cicatrices de azotes recibidos de los españoles enemigos, y no se la debe dejar pedir limosna como lo hace.”
Al oír la palabra del viejo guerrero, entrecortada por la emoción de los recuerdos, los diputados que con tanta displicencia habían contemplado el asunto se conmovieron; un soplo de gratitud patriótica para esa desventurada pordiosera agitó a la Sala.
“¡Esta infeliz mujer es una heroína!” exclamó el diputado Silveyra. “Si no fuera por su condición humilde, se habría hecho célebre en todo el mundo.”
Y el representante señor García Valdéz, refutando a los que alegaban que correspondía a la Nación y no a la provincia acordar la pensión expresaba:
“Si se espera que la Nación se organice para premiarla, la provincia, que sabe hasta dónde han llegado los eminentes servicios de esta infeliz, sería, sin duda, tachada de cruel e insensible. Esta mujer salió de aquí a las filas para batir al enemigo y volvió a pedir limosna a la faz y vista de los que debían admirar su valor y servicios, cubierta de cicatrices por la causa de la patria, y después de haber sufrido tanta persecución del enemigo.”
Caldeado el ambiente de la sesión por los informes acerca de esta heroína, el doctor Tomás M. de Anchorena, que había sido secretario del general Belgrano en la campaña al Alto Perú, describió a María Remedios del Valle, a quien los soldados de entonces llamaban “la madre de la Patria”, en los siguientes términos:
“Yo me hallaba de secretario del general Belgrano cuando esta mujer estaba en el ejército, y no había acción en que ella pudiera tomar parte que no la tomase, y en unos términos que podía ponerse en competencia con el soldado más valiente; era la admiración del general, de los oficiales y de todos cuantos acompañaban al ejército. Ella, en medio de este valor, tenía una virtud a toda prueba, y presentaré un hecho que la manifiesta: el general Belgrano, que creo ha sido el general más riguroso, no permitía que siguiese ninguna mujer al ejército, y esta María Remedios del Valle era la única que tenía facultad para seguirlo. Al pasar por Salta, teniendo que atravesar el río del Pasaje, el ejército dejó una guardia allí sin más objeto que contener entre los bosques de aquellos contornos a las mujeres que seguían siempre al ejército, y contenerlas allí para evitar que pasasen, menos a María Remedios del Valle. Ella era el paño de lágrimas, sin en menor interés, de jefes y oficiales. Yo los he oído a todos, a voz pública, hacer elogios de esta mujer por esa oficiosidad y caridad con que cuidaba a los hombres en la desgracia y miseria en que quedaban después de una acción de guerra: sin piernas unos y otros sin brazos, sin tener auxilios ni recursos para remediar sus dolencias. De esta clase era esta mujer. Si no me engaño, el general Belgrano le dio el título de capitán del ejército. No tengo presente si fue en el Tucumán o en Salta, que después de esa sangrienta acción en que entre muertos y heridos quedaron 700 hombres sobre el campo, oí al mismo Belgrano ponderar la oficiosidad y el esmero de esta mujer en asistir a todos los heridos que ella podía socorrer… Una mujer tan singular como ésta entre nosotros debe ser el objeto de la admiración de cada ciudadano, y adondequiera que vaya debería ser recibida en brazos y auxiliada con preferencia a un general; porque véase cuánto se realiza el mérito de esta mujer en su misma clase con respecto a otra superior, porque precisamente esta misma caridad es lo que más la recomienda.”
La Sala, entusiasmada ante la revelación del heroísmo tan fervoroso como humilde, sancionó esta resolución: “Se concede a la suplicante el sueldo correspondiente a grado de capitán de infantería, que se le abonará desde el 15 de marzo de 1827 en que inició su solicitud ante el gobierno, y devuélvasele el expediente para que ocurriendo al Poder Ejecutivo tenga esta resolución su debido cumplimiento.”
Apenas votado este decreto, el diputado señor Lagos interpretando los sentimientos de la asamblea propuso que:
“Ninguno de los representantes había dejado de escuchar con orgullo la enumeración que ha hecho de los servicios de la mujer que se acaba de premiar. Dos objetos tiene todo premio: uno con respecto a la justicia que se merece, y el otro con respecto a la moral pública. Y con relación a esta segunda parte no me parece que queda bastante satisfecha la Sala con el sueldo que se acaba de acordar a mujer tan benemérita. En esta virtud propongo: 1º Se nombre una comisión con el objeto de que forme o componga una biografía de esta mujer y se mande imprimir y publicar en los periódicos. 2º Que se haga un monumento y que la comisión presente un diseño de él y su presupuesto.”
La moción fue apoyada unánimemente.

Mísero fin

La pobre mendiga que fuera enaltecida con tan honrosas resoluciones, no pudo obtener la pensión acordada por la Legislatura. Gestionó su cumplimiento ante el Poder Ejecutivo; pero el gobierno estaba muy ocupado por asuntos muy importantes. El expediente no cumplido fue sepultado sin despacharse en las oficinas de la gobernación. Entretanto, se donaba al gobernador Dorrego la suma de 100.000 pesos “en señal de gratitud por los importante y distinguidos servicios que acaba de prestar a la República” (la paz con el Brasil), donativo que fue aceptado por el gobernador “como una prueba de la generosidad con que el gran pueblo de Buenos Aires está siempre dispuesto a recompensar aún los más pequeños servicios de sus hijos.”
Muy poco tiempo después estalló la revolución de Lavalle, la deposición y el fusilamiento de Dorrego y la larga tragedia histórica que se prolongó durante tantos años.
María Remedios del Valle, la “madre de la patria”, la capitana del ejército de Belgrano, siguió pidiendo limosna y, heroína desconocida, murió como había vivido, en la indigencia y en el olvido.
Después de un siglo de su muerte debemos sacar su memoria de la oscuridad y grabar su nombre, ignorado hasta hoy, en una escuela, una calle o en un monumento que simbolice la pasión generosa, el altruismo y el valor de las mujeres que contribuyeron a darnos patria.

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