Portland.- Una mujer de 29 años con cáncer terminal que decidió que se quitará la vida el próximo 1 de noviembre para evitar más sufrimiento visitó recientemente el Gran Cañón de Colorado, uno de los últimos lugares que deseaba conocer antes de partir.

Brittany Maynard, quien se casó en enero pasado, fue diagnosticada con un tumor cerebral que le quitará la vida en solo unos meses.

En un video donde explicaba los motivos por los cuales deseaba morir "de una forma digna", y el cual fue retomado por muchos medios en Estados Unidos en semanas pasadas, la mujer dijo que al menos esperaba poder visitar el Gran Cañón antes de morir.

El pasado viernes, Brittany reveló en su sitio de internet que pudo viajar desde Oregon a Arizona con su esposo y sus padres, "gracias a la generosidad de los estadounidenses" que hicieron que pudiera cumplir con su sueño.


Foto: Excélsior

"El Cañón fue impresionante y hermoso, y pude disfrutar mi tiempo en las dos cosas que más amo: mi familia y la naturaleza”, escribió.

La mujer compartió imágenes del gran cañón donde besa a su esposo Dan, y abraza a sus padres.


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Pero un día después de su experiencia, la joven mujer reveló que sufrió su peor convulsión hasta ahora, la cual la dejó paralizada y cansada por el resto del día.

"La convulsion fue un duro recordatorio de que mis síntomas continúan empeorando mientras el tumor sigue avanzando", escribió.

La mujer terminó su publicación afirmando que encontró significado en su batalla para que otros estados de Estados Unidos implementen leyes a favor de una muerte digna, tal cual lo hace Oregon y otros cuatro estados.

"Mi sueño es que cualquier estadunidense con una enfermedad terminal tenga acceso a una opción para morir en sus propios términos con dignidad", escribió. "Por favor tomen un rol activo para hacer esto realidad".

Brittany fue conocida en todo Estados Unidos luego de compartir su video en el que explicaba que eligió morir el próximo 1 de noviembre, dos días después del cumpleaños de su esposo, para evitar sufrir más y hacer sufrir a los suyos.


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El pasado 1 de enero, cuando aún era recién casada, el mundo cambio para ella cuando fue diagnosticada con un astrocitoma de grado dos, una forma severa de tumor cerebral. Los doctores le dijeron que viviría unos 10 años.

A pesar de haber pasado por cirugía, su prognosis tomó un dramático giro meses después: el cáncer progresó hacia un glioblastoma multiforme (GBM) de nivel 4, la forma más mortífera de cáncer.


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Entonces los doctores le dieron la terrible noticia: tenía máximo 14 meses de vida y sería una muerte lenta y dolorosa mientras el tumor avanzaba, causando dolores de cabeza, nausea, vómito, debilidad y desmayos.

Brittany y toda su familia se mudaron a Portland luego de que le dieran su diagnóstico. En ese lugar desde 1997 se aprobó una ley que permite morir "con dignidad". Desde entonces, 752 personas la han utilizado para terminar con sus vidas mediante prescripción médica.

Ella espera dejar este mundo el sábado próximo, rodeada de su familia, con su música favorita de fondo.